Requiem

Pascal dijo una vez: «Me aterra el silencio eterno de esos espacios infinitos.» Refiriéndose al frió espacio interestelar que existe entre una estrella y otra, entre sistemas solares, y entre las mentes humanas; al espacio que se mide en trillones o cuatrillones de kilómetros, el cual se percibe vació y frió, se vislumbra negro e inhóspito, pero aun así se ha demostrado que esta lleno, lleno de materia primigenia elemental para la formación de estrellas, de planetas, y vida basada en carbono, tal y como la conocemos y parte de la cual somos, pero lo mas irónico es que solo es una cantidad ínfima de ese tipo de materia, la que se encuentra en todo el imperceptible fin del universo, la materia mas abundante en nuestro plano dimensional en el cual habitamos, es la materia oscura, antiprotones, positrones, etc. Materia oscura o antimateria capaz de consumir galaxias enteras, la cual se encuentra aglomerada en un espacio tan pequeño que parecería imposible, que la cantidad de materia que es absorbida o desintegrada, sea neutralizada por algo tan pequeño, pero así es, los humanos nos ganamos el premio mayor en una lotería, en la cual las probabilidades de ganar eran de una en 10 ^23. Cuando los humanos aun y con todas las limitaciones que tenemos, aun los mas sabios lo han dicho, cuando tratamos de controlar nuestro futuro personal, nos topamos con variables circunstanciales, variables temporales y variables externas; ningún ser en el universo, es ni podrá ser un sistema cerrado, siempre será necesaria la retro alimentación por parte del exterior y viceversa, los humanos como tales, necesitamos alimentar nuestro organismo con proteínas, minerales, carbohidratos, vitaminas, para poder mantener en pleno funcionamiento nuestros músculos, mantener la regeneración celular y seguir con vida, seguir elaborando cosas tangibles, mesas, sillas, sistemas informáticos, debemos de mantener alimentado nuestro organismo, para poder mantener una adecuada cantidad y calidad de sinapsis que nos permitan, evaluar lo que estamos haciendo al medio en el que nos desenvolvemos y lo que ese medio nos esta exigiendo para poder mantenernos dentro y desenvolvernos. Pero también debemos alimentar nuestra psique, debemos alimentarla con buena lectura en cantidad y calidad, tan variada como sea posible a fin de poder elaborar distintas percepciones de una misma realidad, y poder así evaluar, factorizar y resolver en el menor tiempo posible las vicisitudes que se nos presentan día a día, debemos de mantener una concordancia con nuestro mundo real y nuestras aspiraciones, a fin de poder plantear rutas criticas para la obtención optima de nuestras ambiciones personales, en coherencia con las ambiciones comunales de nuestra familia o pareja, y por ultimo debemos alimentar a nuestra alma o espíritu, con amor, paciencia y perdón. Amor de nosotros mismo hacia nosotros mismos, ya que si no sabemos amarnos a nosotros mismos no podemos amar a alguien más, a un humano ajeno a nosotros mismos. Paciencia hacia nosotros mismos ya que como humanos tenemos un margen de error muy amplio y debemos tenernos paciencia. Perdón de nuestros errores y defectos con nuestras metas muy elevadas y concebibles a muy largo plazo. Cada persona, cada humano es un sistema solar único, y el silencio entre cada uno de nosotros, lo creamos supuestamente por protección o porque no queremos que los demás se acerquen a nosotros y afecten el orden de rotación y traslación de nuestros pequeños planetas, y al mismo tiempo utilizamos a esos pequeños planetas como un escudo de inercia, en contra de ese otro sistema que intenta acercarse a nosotros, las perdidas son cuantiosas e irreparables, las heridas profundas y dejan increíbles cicatrices, pero al final alejamos a ese sistema ajeno, y al final de nuestro ciclo seguimos solos y apartados, un ciclo de traslación al rededor de un cúmulo mas grande de estrellas y sistemas, un ciclo mas que vagamos solos, sin darnos la oportunidad de conocer otros sistemas solares y esa estrella central sobre la cual giran los pequeños planetas, conocer su composición química, su gravedad especifica y sobre todo la intensidad de su campo de atracción, y nos negamos la posibilidad de formar un sistema binario, danzar un peligroso, místico y unificador baile, entre entes masivos de cuerpo, mente y alma. Que dará como resultado un nuevo y mas grande sistema solar, que no será eterno pero si será pleno.