sábado, 22 de mayo de 2010

Kale pe a

Si queremos mantener un rumbo fijo, tajantemente acotado y pretendemos llegar a nuestra meta u objetivo, debemos de ser mesurados en nuestras actitudes y saber limitar o maximizar nuestros factores de la condición humana, como la mayoría de las circunstancias en este universo, la vida misma es un ciclo que se debe terminar, un circulo que debe de ser cerrado por completo para hallar una verdad, una verdad acerca de ese humano que cierra un ciclo o mejor dicho que alguien infinitamente superior cierra por ese humano para que los demás humanos que quedamos, aun en este plano dimensional, podamos evaluar nuestras propia condición humana y hagamos las correcciones de curso que consideremos necesarios, a fin de llegar a nuestros objetivos personales y grupales, de la mejor manera posible, teniendo una cantidad de perdidas despreciables o mínimas, como todo ciclo que tiene un principio y un fin nuestra estancia en este plano dimensional es etérea, debemos de transitar con calma pero al mismo tiempo con firmeza, por este camino que nos toca hollar, si es que realmente deseamos con todas nuestras fuerzas llegar a esa cumbre de trascendencia de la condición humana, cada uno de nosotros deberá evaluar cual es el máximo precio dispuesto a pagar, por tomar aquello que le es preciso tener para trascender. Solo algunos humanos tienen el coraje y determinación para arrebatarle a la vida lo que consideran que deben de tener, de esos pocos solo un puñado muy reducido acepta el precio que tiene que pagar por haberle arrebatado a la vida lo que ellos querían para si mismos, aun y estos humanos debieron de andar con firmeza pero con mesura en sus actos, para poder alcanzar a arrebatarle a la vida lo que quisieron y mantenerse serenos cuando la vida les cobro lo que ella considero el equivalente de lo que le fue arrebatado, todo tiene un precio en esta vida, solo tenemos que estar dispuestos a pagar el precio que la vida le ha puesto. Kale pe a "Anda despacio si quieres regresar" es la despedida que te dicen los monjes tibetanos cuando emprendes el ascenso hacia los lugares santos, mas elevados en las cumbres mas inhóspitas, para llegar hasta la cima debes de andar con firmeza pero con mesura y una vez saciada tu hambre espiritual, debes de emprender un penoso descenso en el cual es aun mas necesario andar despacio para llegar a tu meta, para concluir ese ciclo, el cual es poder transmitir ese conocimiento que te fue revelado gracias a tus oraciones o simplemente fue ordenado por tu semi-inconsciente, mientras pasabas penurias para llegar al punto mas alto o lugar mas sagrado, el precio es alto pero el producto en si es de la mas alta calidad y en cantidad mas que abundante para poder transmitir un poco de el, y aun conservar en ti bastante para el resto de tu vida o de tu ciclo en este plano dimensional y poder trascender como humano y con tu condición humana

martes, 18 de mayo de 2010

Soy el vampiro de mi propio corazón

Cuando has pasado tanto tiempo negando tus sentimientos, olvidando tus sensaciones y ocultando tus emociones, llega un momento en el cual, no es posible diferenciar una de otra, mucho menos darle el valor, que realmente se merece cada una de esos factores de la condición humana, y peor aun, te repites a ti mismo tantas veces que no sientes nada, que terminas olvidando que es lo que debes de interpretar, cuando se presenta alguna de esos factores de la condición humana, además de que la reacción hacia el humano que te proporciona ese factor, no es, realmente la que debiera ser y mucho menos en la medida exacta que se requiere; algunas veces sustituimos la carencia de esas reacciones adecuadas con agresión, con indiferencia o con frialdad hacia el humano que nos esta estimulando o induciendo a ese factor, siendo la obvia reacción de ese humano el alejamiento o desilusión, los humanos a pesar de que somos seres empaticos, pocas veces, tratamos realmente de interpretar en forma adecuada, el lenguaje corporal del humano vector y por ende no logramos esa alta comprensión de sus ideales o ilusiones para con nosotros, la mayoría de las veces, para lograr ser un humano social y empatico, debemos de terminar los ciclos que hemos dejado inconclusos, la Biblia lo dice "Hay que cerrar los círculos para hallar la verdad", no es otra cosa, que terminar todo aquello que empezamos, darle solución o finiquito, a aquello que ya es atemporal en nuestra vida ya que solo es un ancla que evita el despliegue de todas nuestras capacidades y aptitudes, no resulta tan fácil el terminar con esos ciclos, sobre todo, si no somos capaces de reconocer que ciclo esta aun abierto y porque, otro obstáculo a salvar en la conclusión de ciclos, es el factor humano llamado paradigma, como humanos tendemos a querer mantener cierta inercia supuestamente ventajosa para nuestros propósitos y es ahí cuando nos convertimos en vampiros de nuestro propio corazón, de nuestra psique y de nuestra alma, porque segundo a segundo, minuto a minuto, hora tras hora, extraemos mas amor de nuestro corazón, forzamos a nuestro cerebro a que acepte x, y o z realidad o pedazo de realidad, que nada tiene que ver con el entorno real en el que vivimos, y extraemos lo poco que le queda a nuestra alma humana para poder subsistir en esa realidad alterna que nos construimos y en la cual nos hemos sumergido; extraemos mucho mas de lo que nosotros mismos ponemos ahí en esos contenedores en otras palabras tenemos un déficit humano. Algunas veces tratamos de que otro humano subsane ese déficit, pero la mayoría de las veces ni siquiera tenemos las mas remota idea de cual de esos factores de la condición humana debe de ser sanado primero y depositamos la responsabilidad en el otro humano, que por ese simple hecho de ser humano lo mas probable es que también tenga un déficit en algún punto de su condición, así que a todas luces se trata literalmente de un saqueo mutuo sin fin, hasta que el daño es tan grande para uno u ambos humanos que resulta insostenible seguir en esa relación interpersonal; algunas otras veces nos negamos rotundamente a eliminar la cartera vencida de factores de la condición humana, aun cuando tenemos expresamente identificado el factor que requiere atención en grado superlativo y peor aun cuando existe un humano capaz de orientarnos de forma adecuada para la recuperación de esa cartera, en otras palabras terminar un ciclo, cerrar ese circulo, dejar de ser un vampiro de nuestra condición humana y convertirnos en proveedores mayoritarios de las necesidades internas, teniendo en cuenta que al ser los proveedores de soluciones relacionadas con nuestra condición humana, podemos ser orientadores o couchs de otros humanos, que se encuentran en la misma situación con saldo deudor, que en la cual estábamos inmersos nosotros. Al dejar de ser los propios vampiros de nosotros mismos podemos iniciar un nuevo ciclo, en el cual predomine la empatia hacia los demás humanos, la correcta asignación de respuestas para todos y cada uno de los factores de la condición humana con la consecuente asimilación de la realidad en la cual nos toco vivir.